La cata de pisco, es una experiencia de los sentidos, totalmente apasionante, en la que el buen catador deberá reconocer los diferentes elementos organolépticos, sólidos o líquidos de un buen pisco.
Como sabemos las condiciones geográficas y climáticas del Perú, son únicas en el mundo, ésto ha favorecido que las diferentes variedades de vid, que se cultivan especialmente, a lo largo de la costa sur del Perú, sean frutos de impecable consistencia con perfumes y aromas cautivadores, en consecuencia; es totalmente seguro garantizar la producción de pisco, con alta pureza y calidad en estas regiones. Por esta misma razón, la denominación PISCO, según las normas especializadas de nuestro país, sólo se aplica a los productos que provienen de los departamentos debidamente catalogados y clasificados como "zonas productoras de pisco". Es importante señalar, que Lunahuaná, desde épocas coloniales es una región tradicionalmente productora de vinos y piscos de calidad del Departamento de Lima.
En toda buena cata intervienen 3 sentidos básicos: vista, olfato y gusto, comenzaremos describiendo los aspectos que tomaremos en cuenta en cada uno de ellos: Primero en lo que concierne a la VISTA, tenemos que verificar que todo buen pisco tiene ausencia de color, debe ser totalmente incoloro y transparente. Asímismo, fijémonos que no debe presentar partículas en suspensión, fondo o superficie de la copa, ni opacidad o turbidez, a esta característica se le llama "limpidez". Por otro lado al apreciar la "brillantez", nos daremos cuenta que éste varía de acuerdo a cada tipo de pisco y su forma de elaboración.
En cuanto a OLFATO, precisemos que el alcohol no debe ser agresivo sino ligero y amable. Se buscará resaltar olores de la uva que correspondan a su tipicidad, así como aromas a otras frutas maduras (melocotón, pasas, lúcuma, higos, plátano, pecanas) algunos presentarán también los aromas y fragancias de algunas flores como por ejemplo, jazmines, geranios, rosas o azahares. Esta experiencia nos llevará finalmente a "probar" el pisco; el alcohol es la primera sensación que impactará en el sentido del GUSTO, debe ser equilibrado y guardar armonía con los aromas. Es cálido y no quemante, y aportará el sabor dulce que resaltará y ratificará las características frutales o florales que se han identificado en la nariz, las cuales deben persistir y permanecer en la boca por varios segundos.
En cuanto a la copa que se utiliza en una degustación oficial de pisco, en nuestro país se ha adoptado hace pocos años, la famosa copa de cristal de RIEDEL. Sin embargo, ésto queda a consideración del gusto del catador.
Si Ud. está interesado(a) en iniciarse, ampliar o simplemente conocer las cautivantes experiencias de la cata del pisco, no dude en ponerse en contacto con nosotros. "Don Ignacio La Casa del Pisco", le ofrece un programa diseñado especialmente para compartir esta pasión por nuestra bebida bandera, en el ambiente más cálido y acogedor.
Como sabemos las condiciones geográficas y climáticas del Perú, son únicas en el mundo, ésto ha favorecido que las diferentes variedades de vid, que se cultivan especialmente, a lo largo de la costa sur del Perú, sean frutos de impecable consistencia con perfumes y aromas cautivadores, en consecuencia; es totalmente seguro garantizar la producción de pisco, con alta pureza y calidad en estas regiones. Por esta misma razón, la denominación PISCO, según las normas especializadas de nuestro país, sólo se aplica a los productos que provienen de los departamentos debidamente catalogados y clasificados como "zonas productoras de pisco". Es importante señalar, que Lunahuaná, desde épocas coloniales es una región tradicionalmente productora de vinos y piscos de calidad del Departamento de Lima.
En toda buena cata intervienen 3 sentidos básicos: vista, olfato y gusto, comenzaremos describiendo los aspectos que tomaremos en cuenta en cada uno de ellos: Primero en lo que concierne a la VISTA, tenemos que verificar que todo buen pisco tiene ausencia de color, debe ser totalmente incoloro y transparente. Asímismo, fijémonos que no debe presentar partículas en suspensión, fondo o superficie de la copa, ni opacidad o turbidez, a esta característica se le llama "limpidez". Por otro lado al apreciar la "brillantez", nos daremos cuenta que éste varía de acuerdo a cada tipo de pisco y su forma de elaboración.
En cuanto a OLFATO, precisemos que el alcohol no debe ser agresivo sino ligero y amable. Se buscará resaltar olores de la uva que correspondan a su tipicidad, así como aromas a otras frutas maduras (melocotón, pasas, lúcuma, higos, plátano, pecanas) algunos presentarán también los aromas y fragancias de algunas flores como por ejemplo, jazmines, geranios, rosas o azahares. Esta experiencia nos llevará finalmente a "probar" el pisco; el alcohol es la primera sensación que impactará en el sentido del GUSTO, debe ser equilibrado y guardar armonía con los aromas. Es cálido y no quemante, y aportará el sabor dulce que resaltará y ratificará las características frutales o florales que se han identificado en la nariz, las cuales deben persistir y permanecer en la boca por varios segundos.
En cuanto a la copa que se utiliza en una degustación oficial de pisco, en nuestro país se ha adoptado hace pocos años, la famosa copa de cristal de RIEDEL. Sin embargo, ésto queda a consideración del gusto del catador.
Si Ud. está interesado(a) en iniciarse, ampliar o simplemente conocer las cautivantes experiencias de la cata del pisco, no dude en ponerse en contacto con nosotros. "Don Ignacio La Casa del Pisco", le ofrece un programa diseñado especialmente para compartir esta pasión por nuestra bebida bandera, en el ambiente más cálido y acogedor.
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